Le Fabrique Imaginaire

Ève Bonfanti e Yves Hunstad, los autores de este texto, son un dúo como ningún otro. Artesanos de corazón, componen sus espectáculos a cuatro manos. El resultado: una escritura completa, tanto masculina como femenina, creada al milímetro. Ellos, como magos, inventan y representan sus historias en complicidad con el público, entre medias verdades y juegos, entre ficción y realidad.

Sus espectáculos son un viaje para la imaginación, que transforman y trastocan los códigos de representación, despiertan nuestra sensibilidad y nuestros deseos más profundos. Los espectadore que siguen sus aventuras saben que no se puede contar ni medir sus obras, verdaderas joyas teatrales, donde la poesía y el humor loco se entrelazan singularmente.

Éve Bonfanti e Yves Hustad fundan juntos La Fabrique Imaginaire, que surge a partir de la primera obra escrita por Yves: La Tragédie Comique. Posteriormente, crean Du vent…des fantômes, continuando su legado sobre la metateatralidad y los juegos teatrales. De ahí surge El tiempo de un café, una versión fidedigna y adaptada a la realidad de ahora sobre este último texto, traducida por Alberto Castrillo-Ferrer.

La Fabrique Imaginaire Du Vent…des Fantômes nace de la improvisación. Como dicen los autores, esta obra se basa en el vacío. Los dramaturgos nos presentan un espectáculo sin red, que invierte los lugares lógicos del teatro como el escenario y la sala. Construyen, como Flaubert, con ganas de hacer una novela sobre nada y consiguen una obra en la cuál hacen teatro con nada, con nociones abstractas que hacen de este espectáculo un espacio vacío que ocupa llena la mente y el cuerpo de los espectadores, haciendo del vacío una plenitud. Es un espectáculo concreto y cálido a su vez; armónico, donde la experiencia intelectual se populariza. Vuelven real un discurso tratado por los teóricos teatrales desde el inicio de los tiempos, creando un debate real y, principalmente, cómico.

Los actores se convierten en equilibristas de la imaginación, poetas de la risa y la emoción. Y sólo con una maleta, una cafetera, un candelabro y unas cuantas sillas.

Dossier de prensa
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